Mi cabeza volvió a los 70's tras la primera salida del desfile de Lemoniez para la próxima primavera del 2010. Bajo la música de Amanda Lear y sobre una carpa de lona semitransparente que me sugería el atrezzo de Saint Laurent para el invierno del 2008,las sospechas estaban cada vez más fundadas. "El espíritu de la maison francesa habita entre nosotros", pensé en ese momento. Saharianas a modo de vestido adornadas con grandes sombreros y cortes impecables en vestidos sobrios de tonalidades neutras con aportaciones malvas y verdes, en vestidos ópticos de sencilla silueta. Un falso minimalismo que se camufla bajo un patronaje muy elaborado y un complejo trabajo, casi artesanal.
Por su parte, la delgada linea entre el prêt-à-porter y la costura en la colección de Juanjo Oliva me sugiere una dama exótica y vegetal, bañada de origami y colores vivos que ensalzan vestidos enérgicos de impecable acabado. La primera salida (segunda imagen) me translada a una silueta del archivo Balenciaga, versionada para la colección resort 2010 de la maison española (tercera imagen). Por su parte, el vestido final (cuarta imagen) no deja de recordarme a uno de los cierres de la primavera 2009 de Versace (última imagen). ¿Será coincidencia o mera inspiración? juzgad vosotros mismos.. Mi opinión es firme y declarada: los maestros dan de beber a aquellos que tienen sed y no encuentran su "fuente"
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