Esta consideración algo dramática y exhibicionista de la moda me relaja. Pienso que los amantes de el cálido-hipotético invierno tendremos una solución medida y aceptable de vestir el frio sin ser juzgados por ello. Propuestas como la hiper-super-maxi- sobreposición de capas y piezas de Rag & Bone tranquilizan mi espíritu inquieto y animan a propios y extraños a concebir ya con buenos augurios un próximo pero lejano invierno que ya proteje de antemano la intolerancia glacial.




No hay comentarios:
Publicar un comentario