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En un intento por desplazar varios centrimentros hacia la izquierda la identidad de Jil Sander hacia un camino menos rígido y algo mas accesible, Raf Simons propondrà para la próxima primavera una...segunda linea? donde las siluetas se relajan, los tejidos se colorean algo màs de lo habitual y los precios descienden hasta el límite de lo probablemente permisible. Reconozco que no me gusta cuando las grandes etiquetas de la moda entran en un juego de falsa identidad, pero entiendo que en momentos de peligro engordar la facturación a golpe de falsos impulsos es una tarea de obligado cumplimiento. Consuelo, que siendo Raf Simons el direcctor de este projecto (o al menos así quieren hacernos creer) no sea una uno mas de los brand extension lines sin razón ni fundamento.
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