VERSACE 1997

La Exposición de Michel Comte hace dos semanas en la Triennale, me recordó el verdadero sentido de la cultura clásica y el gusto por la belleza. Cultivado en mi infancia y adolescencia, el amor por las cosas extremadamente inalcanzables, me hace reflexionar en ocasiones sobre el pasado y los cambios de la moda y su dinámica. Probablemente por  la pasión que despertaba para mi el Modisto Versace y todo lo que por defecto englobaba por aquel  entonces ese fascinante mundo, me paré con especial atención a observar una foto en Particular. En una pared de fotografías en blanco y negro de importantes personajes de la moda, me  llama especialmente la atención  y en menos de un instante una fotografía del backstage del show Atelier de 1997. Lo primero que recordé al verla fue una imagen de las noches de verano dibujando en el estudio de nuestra casa de campo los vestidos de aquel desfile sobre papel sobrante de una antigua maquina de escribir de mi padre. El papel parecía no terminar como no acababan nunca las ganas y  la ilusión que tenia por poder estar, aunque fuera un poco mas cerca de aquel universo que para mi y por aquel entonces era desconocido y fascinante.